El Museo Maurice Dufresne – Museo Retro-Mecánico

A unos cincuenta minutos de Amboise, le espera un museo que parece detenido en el tiempo. El Museo Maurice Dufresne fascinará sin duda tanto a niños como a adultos.
Durante gran parte de su vida, Maurice Dufresne coleccionó piezas únicas, insólitas y raras. Desde la Revolución Industrial hasta los “treinta gloriosos”, decidió exhibirlas en este museo único.
Maurice Dufresne: de herrero a gran coleccionista
Nacido en una familia de agricultores, Maurice se formó como herrero junto a los «compañeros del deber» y luego recorrió toda Francia. En uno de esos viajes conoció a su esposa, Jeannine. Durante casi cuatro años dirigió una herrería, pero pronto percibió que la era del caballo llegaba a su fin. Fue entonces cuando comenzó a fabricar remolques para tractores, lo que lo llevó a una nueva aventura: la recuperación de metales.
Testigo del progreso técnico, Maurice Dufresne se propuso conservar este patrimonio mecánico de los años 1850 a 1950 como legado para las generaciones futuras. Viajó por todo el mundo para encontrar las piezas más raras. Tras muchos años de restauración, logró abrir su museo en el Molino de Marnay en 1992.
Tenaz y perseverante, Maurice Dufresne se aferró a su sueño hasta su fallecimiento en 2008. Desde entonces, su hija Monique decidió continuar con su obra y mantener el negocio familiar.


Una colección fascinante
Durante los últimos 30 años, el museo ha reunido una impresionante colección de más de 3,000 objetos de lo más variados. La visita está salpicada de anécdotas y recuerdos que dan vida a estas máquinas de otra época. Los niños, además, podrán divertirse con el cuaderno de juegos de pista disponible en la entrada.
Entre las piezas más notables, destacan las antiguas rejas del Castillo de Chambord, que dan la bienvenida al visitante; el obús M8 que participó en el desembarco de Normandía y que los cinéfilos reconocerán por su aparición en El día más largo; y los vehículos eléctricos de Peugeot, diseñados para enfrentar la escasez de combustible durante la Segunda Guerra Mundial. Los amantes del automovilismo no podrán resistirse a esta colección única, que incluye desde el monoplaza de fórmula libre CP2 de Christian Pean de 1970 hasta las majestuosas Buick de principios del siglo XX, pasando por un camión GMC de 1909. Los seguidores del dúo Bourvil-De Funès reconocerán el planeador biplaza que aparece en la famosa película La gran juerga. Los más golosos, por su parte, disfrutarán con los numerosos elementos de la chocolatería Poulain de Blois, entre ellos una bombonera que nos transporta inevitablemente a la infancia.
Novedad en 2022: un piso completo está dedicado a una exposición sobre la guerra de 1870 en Touraine. Armas, piezas de uniformes y otros objetos ofrecen una inmersión en este evento poco conocido que, sin embargo, dejó una huella significativa en el Valle del Loira.
Un entorno relajante e inspirador
El museo se encuentra en la propiedad del Molino de Marnay, un molino del siglo XVII que originalmente molía trigo y tanino, y que con el tiempo fue también papelería, conservera y fábrica de dulces. Maurice y su equipo necesitaron 9 años para restaurarlo. Hoy, el molino ha sido rehabilitado y se puede ver en funcionamiento dentro del museo. Entre el ruido de su imponente maquinaria, el susurro del agua y los aromas propios de esta antigua tecnología, todos sus sentidos se despertarán.
Al finalizar la visita, tómese un momento para pasear tranquilamente a lo largo del río Indre en un amplio parque sombreado. También podrá disfrutar del bar-restaurante familiar, que cuenta con un área de juegos para los más pequeños.


Actividades especiales
Con motivo de la Jornada Europea de los Molinos, el 21 y 22 de mayo, el museo organiza una visita guiada al Molino de Marnay. Y para el Día de la Madre, podrá disfrutar de un almuerzo acompañado de música en vivo, además de una divertida búsqueda del tesoro.